jueves, 30 de julio de 2015

Ritual de Luna Llena Acuariana… Sanando el Corazón



El Sol se encuentra en Leo mientras la Luna hace su llegada a Acuario… El Sol nos pide ir hacia el centro mientras la Luna nos impulsa hacia la periferia… Esas son las principales tareas de esta ruta evolutiva llamada vida.
Debemos ir hacia el encuentro de nosotros mismos, conocernos, abrazarnos, amarnos infinitamente para poder irradiar eso hacia fuera y conectarnos sanamente con los demás. Pero cada vez se hace más difícil mantener relaciones sanas con los otros porque nos relacionamos desde las carencias, desde lo que nos falta. Yo busco en ti lo que a mi me falta. Cuando debería ser Yo encuentro todo en mi y lo comparto contigo

Y para eso haremos este ritual… Sencillo, simple, como la Sabiduría misma.
Es tan solo detenernos para hacer consciente que llevamos iniciado un proceso de sanación colectiva pero que también podemos sanarnos individualmente.

Vamos a sanar nuestros corazones para poder AMAR –así, con mayúsculas– y no seguir enroscados en historias de suplir las carencias propias y ajenas. Despertaremos suavemente el centro cordial que tiene la capacidad de DAR amor incondicional e ilimitadamente y así podemos empezar a mirar el mundo con otros ojos… con los ojos del corazón.

Habiendo creado un espacio de calma y armonía en la noche del 31 de julio, en el silencio de tu habitación pide perdón a tus ancestros… a todos los que estuvieron aquí antes que tú y dejaron una huella que has seguido. Hónralos, bendícelos y agradéceles encendiendo una velita de cualquier color para que lleve luz a todas las almas que han colaborado en tu crecimiento. Tu madre y tu padre, tus abuelos, bisabuelos y los que estuvieron antes, han dejado alguna herida en ti y tú en ellos. No te culpes, es parte del aprendizaje de vida. Ellos hicieron su aporte desde lo que pudieron y no está en nosotros juzgar su tarea.

Vamos a sanar todas las creencias que nos entregaron y que nos han alejado de nuestro crecimiento. Sanaremos el machismo en que fuimos educados (porque nuestras madres y abuelas fueron muy machistas sin siquiera darse cuenta), sanaremos la necesidad de buscar que otro nos complete y nos haremos conscientes de que nacimos ya completos, somos enteros y llevamos dentro la semilla de la plenitud. Sanaremos el egoísmo, ese que nos hace poner la atención en lo que recibimos más que en lo que damos… Sanaremos el alma.
Consigue una piedra de amatista o un cuarzo rosa… si no los tienes busca una piedra común y corriente de esas que están tiradas en la calle o en la playa. Nadie sabe cuando nace una piedra pero sabemos que estuvo desde antes que tú y todos tus ancestros en este planeta. Una piedra ha sido montaña, luego roca, más tarde piedra, para volverse guijarro y terminar como arena o polvo en esta Tierra. Esa piedra lleva en si misma la memoria de nuestra historia como humanidad y a través de ella puedes sanar toda tu generación hacia delante y hacia atrás… porque la piedra seguirá estando aquí cuando tú tengas que partir.

Si eres artista escribe sobre la misma piedra, si no, escribe en un papel todo lo que esperas sanar con esta generosa Luna Azul y envuelve tu piedra en ese papel. Luego empúñala en tu mano y repite 7 veces:
Poderosa y sanadora Luna Azul, pido que sanes a mi planeta y a todos mis ancestros de las heridas que llevamos en el alma y que nos impiden amar. Esta es mi ofrenda para que en futuras generaciones podamos relacionarnos desde el corazón y practiquemos la maravilla de dar, darnos y ser felices…
Así es y así será…

Hecho esto pon la piedra al lado de la vela y apenas amanezca busca un lugar donde enterrarla, puede ser en el jardín, en una maceta o si vives en la costa puedes simplemente lanzarla al aire o arrojarla al mar… Esa piedra ya conserva todo la energía sanadora que le has puesto ayudada por la luna azul y cada persona que la toque podrá sanarse a si misma y a todas sus generaciones…

Eso es todo queridos lectores… Solo me queda invitarlos a reflexionar lo siguiente: ¿Se imaginan si cada día eligiéramos un momento para estar conscientes y tomar una piedra, una semilla, abrazar un árbol o tomar entre las manos un poco de agua de río o mar y repitiéramos 7 veces la invocación sanadora? Impregnaríamos el planeta entero del poder curador de muchos y una luz sanadora envolvería a la Tierra… ¿Por qué no hacerlo?

Y con esto me despido enviándole un abrazo luminoso y azul a todos,  agradeciendo el poder contar con ustedes para continuar juntos sanando el alma…

En Amor y Conciencia.

Me® 

 Si reenvías este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.

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