miércoles, 21 de marzo de 2012

Adiós hojas secas...



Siento alegría al caminar sobre esta alfombra dorada de hojas caídas mientras la brisa acaricia mi rostro y hace flotar mis cabellos… ya es otoño y el ambiente se ha puesto frio, pero mi corazón está tibio porque voy al encuentro conmigo misma.

Me encanta la estación de las hojas secas… todo se pinta en tonos anaranjados, amarillos, ocres, achocolatados y hasta vinos…  atrás se queda el calor sofocante  y toda  la naturaleza se prepara para cambiar sus ropajes… Es la invitación del Otoño a transformarnos para sacarlo mejor de nosotros mismos…

Esta vez camino en completa armonía con el Universo y así como los árboles se van desprendiendo de sus hojas secas y muertas, así yo voy arrojando de mi vida todo lo inservible… Voy dejando caer  algunas ilusiones rotas… los besos que nunca di… los “te quiero” que no pronuncié,  la espera por lo que nunca llegó… Se van también los esfuerzos por comprender lo incomprensible y aceptar lo inaceptable… esas confianzas fracturadas, algún proyecto olvidado... los viajes que no realizaré… 
Así poco a poco aliviano mi carga y avanzo más ligera por la vida.

Dejo atrás todo aquello que siento ha cumplido su ciclo en mi vida... y hasta del closet salen unas polleras, un chaleco y unas calcetas que se irán a algún lugar arrastrados por los vientos otoñales…

Y una vez despojada de todo lo que ya ha muerto, solo queda mi tronco desnudo que de dispone a esperar el invierno para que las lluvias laven mi alma y el agua fortalezca mis raíces y así esperar la primavera, que es cuando mi alma se renueva al ver la alfombra de tonos verdes, las semillas y los bulbos germinando y los árboles brotan aflorando sus ramas para dar hogar a los pajaritos que me despertarán con  serenatas cada mañana.

Es ahí cuando mi corazón también florece…

Estoy muy consciente de este proceso de Otoño en mi vida y sé que debo dejar ir, soltar y liberarme de aquello ha mantenido atado mi ser. Es casi una intervención quirúrgica… desprenderse de los apegos siempre es doloroso, pero sé que es un procedimiento necesario y sanador para el alma…

Adiós hojas secas en mi vida… Adiós amistades traicioneras… Adiós amor cobarde… Adiós a las quimeras… Adiós a la pereza… Adiós lágrimas inútiles… Adiós a la fantasía… Adiós a tantas cosas que se las llevará el viento… 

Bienvenido mi fiel amigo Otoño… Te he estado esperando…


Me® 

Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.

martes, 20 de marzo de 2012

Un Ritual para dar la bienvenida al Otoño



El otoño es la época propicia para la reflexión y sobre todo para trabajar los apegos.

Es la estación que nos hace meditar sobre el principio y el final de todo… aprendemos que todo cumple un ciclo en esta vida: Nace la hoja en primavera para vivir el esplendor del verano y morir en esta estación…

No le temamos al cambio…a soltar las hojas que han ido muriendo en nuestras vidas. A veces son sentimientos, son personas, preocupaciones, relaciones, situaciones, etc.

Solemos apegarnos tanto al pasado que impedimos que la nueva energía llegue hasta nosotros quedándonos estancados en lo mismo por meses, y hasta años.

Vamos a hacer un sencillo ritual que nos ayudará a liberarnos de algunos sentimientos o emociones que nos causan daño.

Recoge algunas hojitas secas que ya han caído de los árboles y escribe en ellas las emociones o apegos de que deseas liberarte. Elige una mañana entre el 21 y 31 de marzo 2012 y ve a un lugar apartado, puede ser la cima de un cerro, a orillas de un rio, en la playa o en un bosque… donde tú quieras hacerlo, incluso el patio de tu casa puede servirte.

Tomarás las hojitas en donde has escrito los sentimientos de los que deseas liberarte y los pondrás junto a tu corazón, en el centro del pecho. Visualiza como la pena, el dolor, la emoción o la persona que te está haciendo sufrir empieza a salir e impregna toda la hoja… lo harás con cada una de las hojitas (no te recomiendo más de 3) luego las soltarás… que se las lleve el viento… Si prefieres puedes empuñarlas en tu mano para que se muelan y luego soltarlas… dejarlas ir…

Siéntate unos momentos a mirar el paisaje y contempla en cielo mientras visualizas como una nueva energía entra por tus ojos e inunda todo tu ser… Siéntete liberado/a de aquello que te estaba atormentando e encamínate feliz hacia tu hogar…

Puedes hacer el ritual cuantas veces quieras durante estos 10 días de inicio de otoño y ayudar así a desligarte de cristalizaciones emocionales que hacemos nosotros mismos al no querer dejar ir el pasado. Puedes poner nombres de personas a las que deseas soltar, en el caso de apegos excesivos u obsesiones. También puedes necesitar liberarte de ideas o creencias que te impiden avanzar y este ritual te ayudará a soltarlas.

Lo importante es que estés muy concentrado/a en el momento en que realices el ritual porque mientras mayor conciencia pongas en él, mayor será su efectividad.

A todos mis amigos lectores les deseo que acepten esta invitación del Otoño a transformarnos, a ser mejores personas y a recogernos en la calma del hogar para reflexionar acerca del sentido que le estamos dando a nuestras vidas… Es la tarea que nos trae este año la estación de las hojas secas…

Me® 

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martes, 6 de marzo de 2012

El Tren de la vida…



Alguien me dijo alguna vez que la vida es un tren… Todos somos pasajeros que subimos en distintas estaciones para encontrarnos y compartir tantas experiencias: alegrías y tristezas, sueños y esperanzas, amores y desamores… la aceptación y la queja, el miedo y la confianza… la vida y también la muerte...

Este tren –como la vida– no deja de avanzar… viaja fiel a su ruta aunque en su interior las personas vivan una ilusión de quietud, de inmovilidad, de estancamiento… y a menudo olviden que son viajeros, simples pasajeros que llegarán a su destino y tendrán que bajar en alguna estación…

Todos somos viajeros de esta vida. Nos movemos hacia distintos lugares, con motivaciones diferentes. Soñamos distintas metas, pero nos une el mismo camino… aunque en distintos carros vamos siendo conducidos hacia nuestros destinos.
Lo importante es disfrutar del viaje, sin olvidar que es solo eso: un viaje.

El viaje es opcional, aunque muchos creen que es obligatorio. Somos nosotros quienes compramos el boleto y decidimos el rumbo, y el vagón en que viajaremos… porque cada carro representa un tono vibratorio y el entorno en el que decidimos nacer… Hay quienes viajan en clase Vip, otros en clase económica, los hay que pagan su ticket ofreciendo algún servicio dentro del tren y también están presentes los de la empresa del ferrocarril, quienes ofrecen este viaje…

Cuando nos subimos al tren sabemos que solo tenemos claridad respecto al lugar en que nos bajaremos pero no somos nosotros los conductores de este tren y estamos sujetos a las variaciones que pueda ofrecer el camino. De pronto estaremos detenidos más del tiempo deseado en alguna estación o quizás algún pasajero se enferme o yo misma sufra inconvenientes que alteren mis expectativas de viaje y eso es solo para desapegarnos... misión conjunta de todos los pasajeros de este tren...

Entre los viajeros están quienes viajan muy despiertos, conscientes de que están en una travesía e intentan disfrutar al máximo de la aventura… los que viajan semi conscientes de que solo están de paso en este tren, pero no les importa mucho ahondar en las razones de su periplo y están los que viajan completamente dormidos, sin darse cuenta de que el tren está en movimiento, que avanza modificando cada tanto el paisaje y que de vez en cuando se detiene en alguna estación dejando pasajeros…

La mayoría está muy encariñado con este viaje y no quieren pensar ni hablar de ese día en que tendrán que bajarse. Les aterra pensar en esa aventura que es enfrentar lo desconocido… y viajan así, temerosos, evadiendo la realidad con las numerosas entretenciones que ofrece este convoy. Viviendo un sueño que los hace apegarse más y más a este viaje que un día tendrá fin.

Subirse al tren de la vida y olvidar que estamos de viaje parece una estupidez… pero todos somos algo estúpidos en eso porque negamos la idea de que nos estamos moviendo hacia un destino previamente elegido por nosotros. Viajamos adormilados, preocupados y otros temerosos, vibrando en evasión y ansiedad olvidando que nuestro viaje –y el de todos– tiene un propósito.

Por eso mi querido lector, lo invito a disfrutar de esta aventura que usted mismo eligió. Siéntase a gusto en este tren y goce de todas las bondades  que su vagón, los otros pasajeros y el paisaje mismo le ofrecen.

Viajar es una experiencia maravillosa, sobre todo cuando ese viaje se llama VIDA…

Feliz Viaje!

Me® 

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lunes, 5 de marzo de 2012

Todos podemos meditar



Muchos me escriben preguntando que deben hacer para meditar y no puedo invitarlos a mis clases ya que viven en otros países o en ciudades lejanas.

Meditar no es algo difícil. Las trabas las tenemos en la mente ya que estamos acostumbrados a aprender las cosas de un modo teórico y aplicarlas para rendir un examen

Les contaré que a mi me costó mucho aprender a meditar. Lo intenté varias veces en distintas etapas de mi vida y con distintos maestros y siempre abandonaba al ver que no obtenía resultados… y ese es el problema: esperamos resultados de todo y con la meditación hay una ausencia de un resultado tangible y la experiencia es tan personal como saborear un helado o mirar una pintura... cada cual lo percibe de un modo distinto.

Quizás el mayor obstáculo que encontré al meditar, fue precisamente la ansiedad por alcanzar un estado de paz… y mientras más lo deseaba, más ansiosa me ponía, creando una barrera entre mi silencio y yo.
Luego de mucho probar y después desistir, un día me encontraba tumbada de espaldas en la arena de la playa y el tiempo se detuvo. Estaba mirando las pequeñísimas partículas de prana y de pronto sentí que estaba ahí, en ese instante único y maravilloso y no existía nada más que el cielo, yo y la danza de yin yang del prana… y descubrí que eso era meditar: Anclarme en ese instante único del presente y dejar el pasado atrás y no pensar en el futuro. Desde ahí me volví adicta a la meditación y me detenía en mi capsula del tiempo en cualquier momento y lugar… mi ansiedad y mis rabietas desaparecieron y todos los días buscaba encontrar ese pedacito de cielo que se hacía cada vez más grande.
Con el tiempo aprendí a diferenciarme “yo” de mi ego y sentí que esa es la felicidad: liberarnos de la tiranía del ego… y nada más…

Tengo amigos muy racionales, a los que respeto mucho, pero no entienden esto de la meditación y dejar de pensar… ¿Para que dejar de pensar cuando la capacidad de pensar es lo máximo? Somos esclavos de la mente –o ego- ya que toda nuestra educación ha girado en desarrollar solo nuestras habilidades mentales y rendirle culto al ego, fomentando la competencia entre los humanos y creando el exitismo… Meditar es erradicar todas esas falsas creencia y desaprender muchas cosas para poder SER y ESTAR en el aquí y ahora.

Los que creen que solo pueden meditar sentados en un cojín con las piernas en posición de loto  y haciendo el mudra Chi con las manos, no conocen la amplitud de técnicas que tiene la meditación, desde lo más simple a lo sofisticado.

Para algunos meditar es tan solo sentarse en el jardín por 10 minutos y sentir la fragancia de una flor. Estando allí, embriagando cada sentido con aromas  florales no puedes dejar que tu mente viaje hacia el pasado o el futuro, simplemente estás allí gozando de ese instante y esa es una meditación preciosa… así como cuando te quedas bajo la lluvia sintiendo las gotas caer sobre tu rostro y lo disfrutas tanto que ni el pasado ni el futuro importan… Meditar es simplemente estar en el aquí y el ahora… Y eso si que es un trabajo difícil…

Y por eso todos podemos meditar… porque meditar es centrarnos en el presente, abandonando las presiones egoicas… es difícil, pero posible para todos los habitantes del planeta…

Me® 

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domingo, 4 de marzo de 2012

Agradecer...


Agradecer es el acto sagrado que tiene el alma cuando reconoce una Gracia llegando a su vida…
Y todo lo que llega hacia nosotros es siempre una bendición enviada por el Universo…
Cuando digo todo, me refiero a todo… porque todo es una bendición: las risas y los llantos, los amigos y adversarios… la caricia y el golpe… cada situación es siempre una experiencia (algunos le llaman pruebas) de la vida.
La queja y el victimismo se han quedado atrás, con la vieja energía… Ahora hemos creado una mayor conciencia y comprendemos que, ante el vendaval de experiencia que llegan a nuestras vidas solo nos queda aceptar… para comprender y entrar en ese estado de agradecimiento que nos mantiene conectados al espíritu.

Hay tanto por agradecer… Empezando por lo más simple, tu respiración: Inhalas fuerza, exhalas debilidad… el parpadeo de tus ojos, la sangre viajando por tu cuerpo, la vida que emana de ti… Tu mente, esa inteligencia que te permite conocer el mundo e interpretarlo a tu modo único… Tus sentimientos que hacen de ti un ser especial: nadie siente igual que tú, nadie se enoja como tú, nadie es capaz de hacer lo que haces por quienes amas… todo tu Ser manifestado a través de ese cuerpo maravilloso que es el vehículo en este viaje por la 3D…

…Siguiendo por tus alimentos… Hay un planeta repleto de manjares para ti y puedes comer lo que te apetezca… Frutas, hortalizas, verduras, cereales… y si estás aún vibrando en necesidad de comer carne, también… Todo ha sido puesto a disposición de nosotros para nutrir el cuerpo y disfrutar…
Mañana podrían cerrar todos los restoranes del mundo y no pasaría hambre porque la Tierra te brindaría todo lo necesario para nutrirte.

…Sigamos por el techo que nos cobija, por tener calor y abrigo en las frías noches… Por reunirnos con amor junto al fogón cada tarde y compartir historias y cuentos de cómo ha sido nuestro día… Por la ducha diaria, la ropa limpia, los artefactos que nos permiten estar conectados desde cualquier lugar y hacia cualquier punto del planeta… por las personas que hacen que tu vida sea más grata… por quienes limpian tu casa, quienes preparan los alimentos y por todos quienes están contigo, acompañándote en este dulce caminata que es tu aprendizaje terreno…

…Continuando… nutrimento para el alma: tenemos bellos amaneceres o atardeceres… Largas caminatas con tu perro por la orilla de una playa, encuentros con amigos del alma… el olor del Jazmín en primavera… el crujir de hojas secas en otoño… La Poesía, la literatura, el baile… Todas las manifestaciones de arte están ahí para poder deleitar nuestras almas… y el amor… las caricias y la certeza de sabernos amados… esa mano amiga que se extiende en la dificultad… ese guiño cómplice de tu pareja…

… y hay todavía más…
Podemos agradecer estar vivos, poder sentir… emocionarnos con la sonrisa de un bebé… con el canto de las ballenas, con ver florecer el desierto porque ha llovido después de 100 años…

El agradecimiento es la manifestación de que vives en estado de Gratitud… porque la Gratitud es vivir alineados con el flujo de la divinidad…

Y cuando hablo de agradecer no me refiero a ese gracias que damos por ser bien educados y que está en el Manual de Carreño… Agradecer es una fuerza que brota del alma… que nos impulsa a mirar hacia lo alto para exclamar Gracias, pensar Gracias, y sobre todo SENTIR Gracias…

Dime ahora: Puedes agradecer todo esto o necesitas perderlo para reconocer que recibes bendiciones a diario?

Por mi parte, yo me despido con mi mantra favorito:

Gracias… Gracias… Gracias…
A ti por leerme… al Universo por conspirar siempre a favor mío y por todo lo que Soy… Y por lo que doy, que es lo único que me llevaré cuando tenga que partir…

Me® 

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